Mariscada con unos cuantos gin tonics, de postre, en el Borne. Habla la ginebra, que no te moleste lo que digo. Fumo unos cuantos aliñados después de atracar la panadería del barrio de mi hermana. Bailo, río y salto sujetándome las tetas porque he castigado a mi sujetador.
«Te vas y no te vas
y cuando vienes
rezo para que los trenes
se equivoquen de estación». J. Sabina
Me pinto los labios rojos y no te atrevas a besarme. Ya tienen dueño pero no lo saben.